5. Sociedad/grupos sociales o clases que interactúan en la problemática.

En las opiniones por parte de las oposiciones al matrimonio igualitario se sostiene que las parejas del mismo sexo no pueden ser equiparadas a las familias tradicionales por la incapacidad biológica de procrear. Esto en parte es real, pero es por la falta de opciones para procrear de la pareja homosexual, recientemente no existía legalidad para la adopción de un hijo o hija y el acceso a la inseminación artificial o fecundación in vitro cada vez son más común para una reproducción asistida sin importar la orientación sexual de los futuros padres o madres.

En las encuestas está claramente mostrado que es común que las parejas del mismo sexo, también tengan deseos de crecer como pareja, vivir y cuidar de sus hijos. Al igual que en cualquier relación, puede no ser opción mantener hijos y a su vez, es una aspiración para otros.

Si ponemos en una lista las situaciones que ponen de manifiesto lo absurdo que es la norma de que el matrimonio se celebra con la finalidad expresa de perpetuar la especie. Entonces las parejas heterosexuales que deciden tener una familia sin acudir a la institución matrimonial (unión libre); matrimonios heterosexuales que no desean tener hijos; matrimonios heterosexuales que por razones biológicas no pueden tener hijos y recurren a los avances médicos para lograrlo; matrimonios heterosexuales que sin tener un impedimento biológico para procrear optan por la adopción; matrimonios heterosexuales que se celebran entre personas que ya no están en edad fértil o entre personas que ya tenían descendencia y no desean tener una en común.

Si nos aferramos a sostener esta condición de que los cónyuges deben de casarse con la finalidad de procrear, entonces lo congruente seria prohibir el acceso al matrimonio a los casos mencionados, y no solo a las parejas de personas del mismo sexo. Más aun, ninguno de estos casos debería llamarse familia pues rompe con los esquemas sociales aceptables por la mayoría.

Es evidente que estas situaciones existen y conviven con nosotros, y se asume que deben de respetarse su modo de vida y decisiones tomadas, y confiamos de antemano que los integrantes de esta familia, eligen su camino por una superación y no se pone a debate si deben realizar sus tareas de diferente manera. Se respeta su familia pues son un núcleo externo al mío. Ese mismo derecho se debe brindar a los hogares homoparentales y evitar la discriminación en la sociedad.

En enero de este año 2020, el Cabildo de Puebla aprueba que los Juzgados del Registro Civil de las Juntas Auxiliares del municipio permitan el matrimonio entre personas del mismo sexo. Luego de que las comisiones Nacional (CNDH) y Estatal de Derechos Humanos (CEDH) promovieron acciones de inconstitucionalidad en contra del Código Civil de Puebla, donde no se contempla el matrimonio igualitario.

Ello, pese a que el año pasado el Congreso local aprobó una reforma al Código Civil del estado que cerró el paso a las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo, pues estableció que ese contrato sólo puede firmarse entre un hombre y una mujer.

Existen diversas organizaciones y partidos políticos que están en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo ante el “temor” de que estos puedan adoptar y formar así una familia. Lo que muchas de ellos ignoran es que aún sin las garantías legales, desde hace décadas existen en México las familias conformadas por parejas del mismo sexo con hijos, tanto biológicos como adoptados.

“Uno como quiera, pero ¿y las criaturas?” parecer ser el lema del movimiento Jalisco, que en los últimos 5 años se ha movilizado en contra del matrimonio y la adopción por parte de personas del mismo sexo y, sobre todo, de las resoluciones de la Suprema Corte al respecto. Aunque muchos de los integrantes del movimiento dicen no ser homofóbicos y que sólo quieren lo mejor para los niños, en realidad su principal miedo es que los niños que crezcan en una familia homoparental se vuelvan gays o lesbianas. Lo que probablemente siguen sin considerar es que prácticamente todas las personas LGBT nacieron en el seno de una familia heterosexual. Es decir, el tener papá y mamá, o sólo papá o sólo mamá o sólo abuelos o dos mamás, no es una situación determinante para la orientación sexual como lo ha demostrado la evidencia científica desde la década de los 80.

Además, el significado de fobia es tener un miedo irracional hacia una persona, cosa, objeto o situación, que conduce a un deseo de evitarlo. Si su objetivo es “evitar” la dispersión de una cultura homosexual, escudándose detrás de la imagen de un niño, estamos ante un acto de manipulación y homofobia social.



Comentarios

Entradas populares